Ucayali.- El río Ucayali, que
ha sido testigo de tantas historias de vida y esfuerzo, se ha convertido en
escenario de un doloroso suceso que deja huellas imborrables en la comunidad de
Pucallpa. En la madrugada del miércoles 4 de agosto, una embarcación que navegaba
en sus aguas serenas sufrió un trágico naufragio, resultando en la muerte de
seis valiosos profesores y la desaparición de un agente de la Policía Nacional
del Perú. Este accidente, que se produjo tras el impacto con un tronco
sumergido, nos recuerda la fragilidad de la vida y lo efímero de nuestros
momentos más esperados.
En un día que debería haber
sido de celebraciones por los logros académicos, el destino le jugó una cruel
broma a Rosita Osorio Sanchez, una dedicadísima educadora que regresaba alegremente
tras presentar su examen de nombramiento, soñando con el futuro que podría
construir para sus alumnos. Junto a ella, parte de su camino se detuvo para
siempre: el profesor Marvin Panduro, Marvin G. Gomez Pezo, Marlen Rengifo Vela,
Roger Suagoya Tuanama y Carmen del Pilar Paucar Torres. Las risas y los sueños
de estas almas se apagaron en las aguas del Ucayali, dejando un vacío inmenso
que dolerá por generaciones.
La comunidad, conmemorada por
su unidad y resiliencia, se abalanzó en un esfuerzo desesperado para ayudar.
“Hasta el momento no sabemos nada. Solamente que no llega la ayuda, estamos
ayudando”, expresó entre lágrimas un familiar angustiado, reflejando la
incertidumbre y el desasosiego de quienes esperan noticias de sus seres
queridos.
Los sobrevivientes, incluidos
niños, fueron trasladados al distrito de Bolognesi, pero la preocupación y el
sufrimiento se han esparcido como un manto pesado sobre todos.
Salvaguardias en la
embarcación cumplían con todos los requisitos, y los pasajeros llevaban chalecos
salvavidas propicios para la seguridad. Pero las aguas del río, que actualmente
se encuentran en su época de vaciante, son engañosas y traicioneras, con
troncos semi-sumergidos acechando a quienes navegan. El capitán Jonathan Novoa,
primer ayudante de la Capitanía de Puerto de Pucallpa, ha declarado que la
embarcación contaba con todas las autorizaciones y era un viaje rutinario. Sin
embargo, la realidad ha demostrado lo imprevisto y lo cruel que puede ser el
destino.
Mientras las autoridades de
rescate se preparan para evaluar la tragedia, queda la profunda nostalgia en el
aire. Esa tristeza que nos recuerda que detrás de cada nombre hay historias de
entrega y amor por la enseñanza, por quienes dedicaron su vida a iluminar las
mentes del futuro. Pucallpa se encuentra de luto; no solo por la pérdida de
seis educadores valientes, sino también por la comunidad que llorará
eternamente el vacío que dejan, los sueños truncados, y las vidas que se
apagaron en las aguas de aquel río que alguna vez parecieron dulces y
apacibles.
En síntesis, Una de las
víctimas es Rosa Elena Osorio Sánchez (44),
una docente que retornaba Pucallpa tras dar su examen de ascenso en el sector
Educación. Su esposo, Emérito Maynas, confirmó la identidad de su esposa.
“Tenía un mal presentimiento, intenté comunicarme con ella apenas me enteré del
accidente, pero no respondió”, narró.
También pereció el profesor de
educación física y árbitro de fútbol, Marvin
Greys Gómez Pezo (3), quien este año empezó a laborar en
una institución educativa del distrito de Tahuania.
Asimismo, figuran entre las
víctimas mortales las docentes Marlene Rengifo Vela (53) y
su menor hija D.D.S.R. (12), y Carmen del Pilar Páucar Torres (53),
confirmaron miembros de la Unidad de Gestión Educativa Local de Atalaya. Además
dejaron de existir Rubén Alberto Saboya Tuanama (36) y
el Menor S.R.P. de 10 años. Las autoridades reportaron también la desaparición
de Juler Alfredo Gonzales Brandon.