PUNO.- Padres de familia, profesores y alcalde escolar
acordaron reemplazar productos por mazamorra,
sopaipillos o quispiño (panecillo) de quinua o cañihua, morcilla de sangrecita,
entre otros.
Una tienda escolar, habitualmente está repleta de
golosinas, gaseosas y otros productos para satisfacer la demanda de los niños
durante los minutos de recreo, a media mañana. En la escuela 70091 de la
localidad de Laraqueri, en el distrito de Pichacani, provincia de Puno, nada de
esos artículos están a la venta para los alumnos.
Este año, en un acuerdo adoptado entre padres de familia,
profesores y alcalde escolar, decidieron anular el comercio de esa clase de
productos denominados ‘chatarra’ por la venta de alimentos de la zona,
específicamente para combatir la anemia en los niños.
Quienes regentan la tienda escolar del centro educativo,
madres de familia que se turnan por semanas, ofrecen deliciosos platillos
elaborados a base de granos andinos como la quinua, cañihua, grano de cebada,
papas del lugar, habas y otros productos cultivados en la zona.
“Aquí no tenemos nada de chizitos, galletas, gaseosas u
otras golosinas. Vea usted, aquí hay mazamorra, sopaipillos o quispiño
(panecillo) hechos de quinua o cañihua, morcilla de sangrecita de alpaca
(wilahuaranta) con papas, habas con queso, grano de cebada o maíz tostado (jamp’icito)
y como refresco agua de cebada”, dice Norma Mamanchura Flores, madre de familia
encargada del quiosco escolar esta semana.
La directora de la institución educativa, Venancia Poma
Mamani, refiere que este año en coordinación con el municipio distrital, Centro
de Salud y padres de familia, decidieron enfrentar y contrarrestar la anemia,
implementando con alimentos saludables su quiosco escolar.
De igual manera, las profesoras de cada aula coordinaron
con los papás, para que envíen en las loncheras de sus niños alimentos
preparados con productos de la zona y nada de golosinas. Para ello, los padres
firmaron un acta de compromiso en ese sentido, indica la profesora de sexto
grado, Elba García Pari.
“En estas primeras semanas ya notamos cambios en la
actitud de los niños, que atribuimos al tipo de alimentación que ahora
consumen. Se les ve más animados y entusiastas en horas de clases”, explica
García Pari.
Según afirman la directora, profesoras y padres de
familia de esa comunidad escolar, el combate frontal a la anemia iniciado en la
escuela 70091 de Laraqueri, se replica en otras 15 instituciones educativas del
distrito de Pichacani, como una iniciativa impulsada por el alcalde distrital
del lugar, Pedro Erasmo Ramos Cutimbo.
Las razones para que dicha autoridad edil haya decidido
implementar un programa de lucha frontal contra la anemia en su distrito, es
que su propia hija padece el mal de la anemia.
“Oficialmente, 31% de la población infantil del distrito de Pichacani tiene anemia, según responsables del sector salud, pero, en esa cifra mi hija y de otras autoridades no están consideradas. En mi caso, no le detectaron ese mal en el puesto de salud, lo descubrí en un consultorio médico privado”, cuenta el alcalde Ramos Cutimbo.
“Oficialmente, 31% de la población infantil del distrito de Pichacani tiene anemia, según responsables del sector salud, pero, en esa cifra mi hija y de otras autoridades no están consideradas. En mi caso, no le detectaron ese mal en el puesto de salud, lo descubrí en un consultorio médico privado”, cuenta el alcalde Ramos Cutimbo.
Para impulsar la lucha frontal contra la anemia, el
alcalde dijo haber implementado una especie de muni ejecutivo con los alcaldes
escolares y directores, donde acordaron las estrategias para enfrentar la
anemia con mucho rigor.
Todos los centros educativos están condicionados a poner en práctica ese programa a cambio de recibir apoyo de la municipalidad, según los requerimientos presentados a inicios del año académico escolar.
Todos los centros educativos están condicionados a poner en práctica ese programa a cambio de recibir apoyo de la municipalidad, según los requerimientos presentados a inicios del año académico escolar.