La historia
del periodismo en el Perú tiene diferentes etapas y cada una de ellas con
información importante que nos muestra el desarrollo del periodismo de nuestro
país. En cada una de ellas podemos ver la historia misma del Perú, ya que el
periodismo se ha encargado de recoger todo ese bagaje de acontecimientos que
han ido formando esta nación y, a su vez, toda esa información ha servido para
reconstruir la historia del periodismo mismo en sus diversas manifestaciones.
Los diaristas
no podemos hacer un alto, para festejarlo con los nuestros. Solo podemos tomar
una bocanada de aire para retomar fuerzas y aumentar la fe, que podamos estar
perdiéndola, porque a nuestro alrededor se impone el arribismo, la mentira y la
corrupción, especialmente porque se pierden los valores que antes se daban en
el hogar.
Una fecha
como hoy nos permite recordar a los inmortales que son muchos, recordamos a los
fundadores, a nuestros mártires, que no son solo los que cayeron en Uchuraccay,
sino todos aquellos que entregaron la vida defendiendo la verdad, armado de una
pluma y hoy una computadora.
Pero también
es cierto que el periodismo es el “Cuarto Poder”, en las repúblicas
democráticas, sencillamente porque fiscaliza a las autoridades del Poder
Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Electoral, en fin a quienes elige el pueblo,
como a las autoridades locales.
No porque
estamos revestidos por la fuerza de las armas o porque contamos con el poder
del dinero, sino de aquello que no se compra: el servicio, el amor que se da,
que se entrega, para superar las necesidades de la humanidad.
¿Nos hemos
preguntado alguna vez? cuántas escuelas, cuantos puentes, carreteras, servicios
de luz, agua potable o saneamiento ambiental, o una posta, hospital, etc, etc. Se
han hecho impulsados por el periodismo.
Cuantas malas
autoridades denunciadas periodísticamente, han tenido que ver con procesos
judiciales y condenados, como escarmiento para que no se abuse del mandato que
da la ciudadanía…
Es por todo
esto que no descansamos, ningún día de todos los años, solo por la satisfacción
del cumplimiento del deber.
Podemos
encontrar muchos periodistas jóvenes llenos de frustraciones, porque trabajan
mucho por un salario muy bajo, luego pierden su empleo y a lo mejor no consiguen
encontrar otro. Todo esto forma parte de nuestra profesión. Por tanto, se debe
tener paciencia y trabajar con ahínco. Nuestros lectores, oyentes,
telespectadores son personas muy justas, que reconocen enseguida la labor del
periodista honesto que habla con la verdad y anteponiendo siempre la ética.
El verdadero
periodismo es intencional… Se fija un objetivo e intenta provocar algún tipo de
cambio. El deber de un periodista es informar, informar de manera que ayude a
la humanidad y no fomentando el odio o la arrogancia.
La noticia debe servir para aumentar el
conocimiento del otro, el respeto del otro. Las guerras siempre empiezan mucho
antes de que se oiga el primer disparo, comienza con un cambio del vocabulario
en los medios.
Esta es una
profesión muy exigente. Todas lo son, pero la nuestra de manera particular. El
motivo es que nosotros convivimos con ella veinticuatro horas al día. No
podemos cerrar nuestra oficina a las cuatro de la tarde y ocuparnos de otras
actividades. Éste es un trabajo que ocupa toda nuestra vida, no hay otro modo
de ejercitarlo. Hay profesiones para las que, normalmente, se va a la
universidad, se obtiene un diploma y ahí se acaba el estudio. Durante el resto
de la vida se debe, simplemente, administrar lo que se ha aprendido. En el
periodismo, en cambio, la actualización y el estudio constantes son condición
“sine qua non”.
Nuestro
trabajo consiste en investigar y describir el mundo contemporáneo, que está en
un cambio continuo, profundo, dinámico y revolucionario. Día tras día, tenemos
que estar pendientes de todo esto y en condiciones de prever el futuro. Por eso
es necesario estudiar y aprender constantemente.
Para
finalizar, permítanme agradecer tantas muestras de afecto, por algo que es
parte de nuestro modo de ser…gracias…mil veces gracias.
Moisés
Ccampaza
Director.